El regreso de Trump, reflexión sobre la salud de la democracia de EEUU

Por. NICOLÁS LLORENTE*

El regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos en 2024 marca un momento histórico, tanto por su singularidad como por las implicaciones que tiene para el futuro del país y del mundo.

Con este retorno, Trump se convierte en el primer presidente en recuperar el cargo tras perderlo desde Grover Cleveland en 1893, pero más allá de lo anecdótico, su victoria plantea interrogantes profundos sobre la salud de la democracia estadounidense, la polarización política y el impacto global de su agenda.

Un regreso que refleja el descontento

La reelección de Trump no es solo un triunfo personal, sino un reflejo de un país profundamente dividido.

Su campaña de 2024, al igual que en 2016, se basó en la promesa de “hacer América grande otra vez”, una consigna que sigue resonando en millones de votantes, particularmente entre aquellos que sienten que las élites políticas y económicas han ignorado sus preocupaciones.

La inflación, la inseguridad en la frontera, la percepción de debilidad internacional durante la presidencia de Joe Biden y el desgaste político del Partido Demócrata fueron elementos clave en el regreso de Trump. Al capitalizar este descontento, logró consolidar su base electoral, sumando incluso nuevos votantes de grupos demográficos que previamente habían sido reticentes a apoyarlo.

El trumpismo consolidado

El triunfo de Trump en 2024 no es solo suyo; es también el triunfo del trumpismo como una corriente política consolidada dentro del Partido Republicano. Este movimiento, que combina populismo, nacionalismo económico y rechazo a las normas establecidas, ha transformado al partido en un vehículo para la agenda personal y política del expresidente.

Trump no es un político convencional y su estilo disruptivo ha desafiado las reglas del juego. Desde su rechazo a los resultados de las elecciones de 2020 hasta su influencia en las narrativas conspirativas que dominan ciertos sectores, su liderazgo representa una ruptura con las tradiciones democráticas y, a la vez, una respuesta al desencanto de una sociedad que se siente traicionada por los sistemas tradicionales..

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