Por Víctor Castro Castellar Docente, escritor, músico
Hace poco días algunos miembros del actual partido de Gobierno, Centro Democrático y sus ciegos fanáticos, armaron todo un alboroto contra una docente de Cali, quien invitó a sus estudiantes de noveno grado a indagar y mirar con sentido crítico el execrable episodio que registra nuestra historia como los mal llamados “falsos positivos” y, a su vez, observar la responsabilidad que pudo haber tenido la presidencia de la República de esa época en cabeza de Álvaro Uribe Vélez.
Salieron a decir que la maestra era una promotora de adoctrinamiento de mentes incautas, que estos temas no se deben ser abordados por jóvenes de esa edad, que la culpa de es FECODE y, además, pusieron en la picota publica, como espécimen raro, a la docente. Las redes sociales se llenaron de memes injuriosos que muy seguramente salen de cualquier “bodeguita” a favor de los que a través de las de estos medios, le sacan partido—propaganda negra— a estos hechos libres y soberanos en el aula.
No hay que ir muy lejos para ampliar esa propuesta pedagógica de la profesora y activar el pensamiento crítico de los jóvenes que deben enterarse de hechos históricos de la vida nacional que jamás deberían repetirse. A partir del concepto o de la idea de “falso” hay mucho qué decir de los dos periodos presidenciales de Uribe Vélez personaje.
Las fuentes de información-diversas por cierto— se hallan en reportajes y crónicas de prensa, en los testimonios fílmicos de las apaleadas víctimas del conflicto, en los mismos actores del conflicto o en las investigaciones judiciales que tienen tras las rejas a un buen número de áulicos del innombrable.
Otros salieron huyendo al exterior por seguirle el juego a sus bajezas. Siguen en deuda con la justicia, tal es caso del “Doctor Ternura”, Luis Carlos Restrepo, comisionado de Paz del mesías, quien falseó todo un contingente paramilitar. De todos estos hechos se ha escrito muchísimo y aún la Nación y la justicia aún están en deuda con las víctimas
Para hablar de lo “falso”, podemos remitirnos a acontecimientos como la “Yidis política”, hecho que desveló todas las triquiñuelas y “jugaditas” en el Congreso de la Republica para permitir que el mesías fuera reelegido Presidente. Todo se supo, aunque aún el ex presidente se atreve a decir que sus colaboradores son inocentes y están pagando una condena injusta por culpa de una Corte Suprema parcializada.
Después del escándalo, se ensañaron con la ex congresista Yidis Medina, protagonista del Acto Legislativo que abrió las puertas par aun nuevo periodo presidencial del innombrable, parlamentaria que pagó una condena por ese acto bochornoso, pero que luego la metieron en un “falso” rollo, donde la acusaron de pertenecer al grupo guerrillero, ELN. Cosa que se vino a saber en los estrados judiciales como un montaje para mancillar la ya vilipendiada imagen de la señora.
“Falsos” testigos, ahí está clave.
En recientes hechos, los abogados de Uribe Vélez, reclutaron “falsos” testigos, ¡todos, absolutamente todos, delincuentes!, armaron toda una tramoya para acusar, desprestigiar, perseguir, al actual senador del Polo Democrático, Iván Cepeda, quién en una de las sesiones del Congreso, se atrevió a decirle en la cara al falso mesías, los crímenes que se habían cometido en su administración presidencial.
Lo que no advirtieron fue que esa misma artimaña, se volvería en su contra y, hoy, Uribe Vélez, aún está dando vueltas como fiera acorralada para salir del atolladero donde él mismo se metió. El tramposo abogado, Diego Cadena, quien comandaba esa ensarta de mentiras, actualmente está en un proceso judicial por esos hechos, mientras lo mencionan en otros hechos como experto en cuadrar estratagemas para liberar a delincuentes del peso de la justicia.
No pueden limitar a los maestros de Colombia para hablar de nuestras propias tragedias. Los estudiantes deben saber esas verdades históricas, aunque judicialmente no lleguen a comprobarse. El listado es enorme y podemos hacer toda una tesis en torno a las falsedades y maniobras para lograr el poder o mantenerse en el mismo: Chuzadas, perfilamientos, seguimientos, enriquecimiento ilícito, amenazas, persecución política de los que se atreven a denunciar, entre otros.
Maestros de Colombia: lo que hay es material para invitar a los estudiantes a mirar la historia patria de una manera más cercana a la realidad y concientizarlos para que en un futuro no muy lejano, no traguen entero y menos con tantas falsedades.
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