Populismo, para quedar bien ante el pueblo raso que lo eligió o por simple capricho, el alcalde William Dau no se atrevió a aumentar entre 500 y 800 pesos en el pasaje de Transcaribe al inicio del presente año, ahora afronta el lío de autorizar un incremento en 2021 de 2.300 pesos para que el sistema no colapse.
Cuando el anterior gerente de Transcaribe, Humberto Ripoll, anunció que si no se incrementaba en 800 pesos las tarifas, para que el pasaje pasara de 2.500 a 3.300 pesos, el sistema comenzaría a tener serios problemas financieros.
En esa oportunidad Ripoll manifestó que la otra opción para no incrementar las tarifas en esa proporción era que el Distrito le girara al sistema unos 20.000 millones de pesos que se le debían desde hace dos o tres años. De esa plata el ex alcalde alcanzó a girar unos 3.000 millones de pesos.
Pero la nueva administración del Alcalde Dau no solo congeló la transferencia de recursos a Transcaribe, sino que tampoco aumentó los 800 pesos y para terminar de rematar sólo autorizó el incremento de los pasajes en 100 pesos la primera semana de marzo, precisamente cuando se inició la cuarentena. Esos sucesivos hechos condenaron a Transcaribe.
Aumento está en manos del Alcalde
El documento técnico que soporta el incremento de tarifas 2021 fue radicado en la Alcaldía en septiembre. La tarifa técnica, es decir la que soportaría el funcionamiento del sistema sin los recursos que debe girar el Distrito, estaría en $4.857.
“Todo indica que para quedar bien con el pueblo el alcalde Dau solo aumentó en el mes de marzo $100 pesos y nunca dijo de dónde saldría el resto del dinero para cubrir la diferencia entre tarifa técnica y tarifa usuario, que además se profundizó con la llegada del COVID-19 y la disminución acelerada de usuarios”, señalan expertos.
Aumento de 4.900 perjudicaría a Transcaribe
El Distrito deberá buscar la mejor solución para disminuir la tarifa y combatir la informalidad.
Pero todo este dinero no tiene que salir del bolsillo de los cartageneros. Es más, los operadores del sistema han dejado ver en varias ocasiones que un aumento de este tipo a los usuarios traería más perjuicios que beneficios para la demanda del sistema. Lo que sí es posible, es que la Alcaldía y la Secretaría de Hacienda cumplan con las cláusulas de los contratos de concesión y asuman la diferencia entre la tarifa técnica y la tarifa usuario, que además puede variar durante el año.
Si el Distrito decide cumplir su promesa de salvar a Transcaribe y combate la informalidad y aporta los recursos para chatarrización, a lo que respondería positivamente la demanda, la tarifa técnica puede disminuir durante el 2021.
Lo cierto es que al Distrito le queda cada vez menos tiempos para definir su próximo paso en cuanto a la tarifa de Transcaribe, sobre todo teniendo en cuenta que los contratos de concesión indican que el ajuste debe hacerse desde el 1 de enero.
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