Por: Yolanda Wong Baldiris*
Una de las palabras más usadas en pandemia es esperanza, que consigna el sentimiento aquel de la confianza en lo bonito y positivo que está por venir. Esa palabra para muchos significa mejora en sus finanzas, en su calidad de vida e incluso de su salud mental.
En Cartagena ha sido una montaña rusa. Es decir, ese sentimiento ha subido y bajado para muchos porque cuando se habló de reactivación económica se pensó en la apertura de sectores que hoy se encontraban esperando una oportunidad para incorporarse a la nueva normalidad, pero ha sido una labor que ha llevado sus resultados al azar o tal vez a la incertidumbre por las constantes improvisaciones y falta de trabajo en equipo del Gobierno distrital, por lo menos a pocas luces eso es lo que se aprecia.
Entonces es ahí donde los que vemos los toros desde la barrera sentimos que todos los anuncios han sido falsos positivos, sólo han sido post de redes sociales y comentarios sueltos, sueños e incluso ilusiones administrativas.
Pero como la nueva normalidad nos exhorta a todos a construir y aun cuando no se quieran escuchar los consejos o sugerencias, también tenemos la obligación de dejar constancia del deber cumplido para la historia que se está escribiendo. En estas líneas dejo plasmadas unas sugerencias que pueden utilizarse como herramientas y salir del atolladero en el que hoy están los empresarios, emprendedores o comerciantes.
Consignaré no ilusiones sino sugerencias, practicas aplicables a nuestra realidad, así:
1.- Designar la labor de seguimiento de la reapertura del Centro Histórico y sitios turísticos a la corporación de Turismo. ¿Cómo hacerlo? Utilizando su labor misional de promoción de la ciudad e integrando los planes pilotos de playas, gastronomía, eventos y sitios turísticos. Esta integración daría la oportunidad de poner en práctica la economía circular entre los sectores que se correlacionan y generar impacto en comunidad, lo que les ofrecería mejorar sus ventas y pertenencia del sector.
2.- Integrar un equipo con Secretaría del Interior y l asesora llamada “Alcaldía de la Calle” para que gerencie el mercado interno que se ha desarrollado libremente. Ese que se ha construido de manera exponencial y espontanea desde la India Catalina hasta La Bomba del Amparo, que diariamente lo vemos creciendo y ofreciendo mayores servicios, pero que desafortunadamente lo vemos sin Dios y sin Ley. Ese mercado interno hoy requiere de organización en el territorio, toda vez que la multiplicación de ventas ambulantes está nuevamente en sectores como La Castellana o SAO y sus alrededores
3.- Ordenar a la oficina de las Tics y Prensa de la Alcaldía que diseñe estrategias que realmente comuniquen las reglas claras de reapertura y funcionamiento, sin vacilaciones o retractaciones, porque a la fecha esas acciones hacen que los interesados se sientan más inseguros de reaperturar, pues no tienen mensajes de certeza sino de improvisación
4.- Es imperativo que la Secretaría de Hacienda, en su departamento de desarrollo económico, diligencie de manera oportuna un proyecto de fortalecimiento de esos emprendimientos y es casi obligatorio que lo haga vía carga tributaria. Es decir, construir una política de alivios que estimule la reapertura y producción con equilibrio de impuestos.
Algunos se preguntarán y ¿de dónde sacaremos los recursos? Les respondo, casualmente de los impuestos que ya se recibieron en el primer semestre y vía proyectos. Es muy fácil ejecutar de acuerdo a lo antes planteado, sólo necesitamos un poco más de accionar antes de anunciar para que los anuncios como la apertura del Portal de los Dulces, de los bares, la reconstrucción de los hospitales y otros más que no vale la pena mencionar, pero que deben ser superados con acciones de gobierno, no se conviertan en “falsos positivos”.
A propósito de “falsos positivos” es menester invitar al Gobierno distrital a que se dedique a planear las acciones para que estas no sean un fracaso o simple canto de cumbiamberas que desilusiona a los ciudadanos en medio de esta crisis. Por eso mi invitación es a trabajar, que hay mucho por hacer y no son precisamente post de redes sociales.
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