Por: Marlene Astrid Gómez Nieto*
*Enfermera – Universidad de Cartagena
Hoy 12 de Mayo se conmemora a este profesional integro de la salud. En estos días de cuarentena por la emergencia sanitaria mundial, sale a mí mente la formación universitaria y el legado dejado por la primera enfermera del mundo.
Florence Nightingale, nacida el 12 de mayo de 1820 en Florencia, Italia. Ella es legendaria por miles de razones las cuales incluyen la mejora de las condiciones sanitarias en un hospital británico durante la guerra de Crimea (reduciendo significativamente el recuento de muertes), impulsando la reforma sanitaria mundial a través de sus escritos y sentando las bases de la profesionalización de la enfermería con el establecimiento en 1860 de su escuela de enfermería en el hospital Saint Thomas de Londres.
La bata, la cofia y los zapatos blancos, ha caracterizado a la enfermera, como una angelical imagen siempre recibiendo a quienes necesitan ayuda física y espiritual, con el rostro sonriente y la mirada comprensiva, brinda a sus iguales su primer tratamiento y el que más rápido puede curar: El amor.
Desde mi labor como maestra me uno a la devoción que realizan las colegas ante esta emergencia sanitaria; destacándose como ese tipo de profesionales que se levantan cada mañana y van al trabajo con un simple pero profundo propósito en mente: “Te voy a cuidar”.
Desde este espacio sindical quiero brindar mis felicitaciones y un abrazo virtual a las diez (10) enfermeras maestras, que forman parte del gremio de educadoras en nuestras instituciones del departamento de Bolívar y Distrito de Cartagena, apoyando el fortalecimiento, de una cultura de autocuidado, que hoy por hoy hace parte de la cotidianidad y nuestro compromiso con la vida, fortaleciendo a su vez las Competencias de Escuelas saludables en el plan de estudios. Desde nuestro ámbito como docentes “LO QUE IMPORTA NO ES LO QUE NOS HAGA EL DESTINO, SINO LO QUE NOSOTROS HAGAMOS CON ÉL”.
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