El alcalde William Dau sigue “parado en la raya” y no demolerá el edificio Aquarela, ubicado en la zona de influencia patrimonial de Cartagena, hasta que no exista un fallo judicial, mientras que desde el nivel nacional se ejerce presión para que se cumpla una orden de la Procuraduría.
Entre el 2016 y el 2019 pasaron por el Palacio de la Aduana cuatro alcaldes y a ninguno le correspondió resolver el complejo proceso del edificio Aquarela que se levanta a pocos metros del Castillo de San Felipe y que según el Ministerio de Cultura, pone en riesgo el título de Patrimonio Histórico de la Humanidad de la Unesco para Cartagena.
En una extensa entrevista en la W el Alcalde trató de convencer a los periodistas sobre su posición en el sentido que mientras no exista un fallo de un juez de la República no acataría la orden del Procurador General de la Nación, Fernando Carrillo Flórez, de quien ha dicho que con la demolición del edificio la quiere mostrar como un “trofeo” para ganar puntos en su aspiración a la Presidencia de la República.
“Estoy convencido de que el edificio debe caer y, en efecto, debe caer. Y lo haré cuando un juez me lo ordene y yo tenga tranquilidad jurídica”, precisó el mandatario Dau quien señaló además que no quiere meter a la ciudad en líos de indemnizaciones millonarias.
También dijo en la entrevista que el Ministerio Público no se ha pronunciado con relación a los edificios de los Quiroz, sobre los cuales no se ha emitido ninguna orden por parte de la Procuraduría.
El balón ya está en la “cancha” del Procurador quien deberá tomar la decisión de suspender a uno de los alcaldes símbolo de la anticorrupción cuando está a escasos cinco meses de dejar su cargo para irse a una posible campaña presidencial.
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